Martha García - San Cristóbal
Mi bordado fue construido a partir de la pandemia, representa un computador y una ventana por los cuales tuvimos que ver el mundo. Encerrados. Después del cierre de todas las instituciones educativas, tuve que relacionarme con mis alumnos a través de una pantalla, solo podía ver sus nombres en las reuniones y en los correos que me enviaban, nos toco celebrar los cumpleaños, hacer el novenario de la muerte de mi suegra, reunirnos con nuestros amigos y familiares, hacer ejercicio, a través de un computador. A mi madre le tocó asistir a misa desde la sala o la alcoba, pero siempre con la misma devoción. La cruz con las iniciales representan algunas personas que se las llevó la Covid 19. En el bordado también está la imagen de mi esposo que inicio con la lectura de muchos libros. Un perro, Tallac, que fue la compañía de mi hijo, con el que compartió momentos inolvidables pero que se fue 5 meses después de haberlo adoptado y las dos gatas que nos acompañaron en todo este tiempo, Nimi (pantera en muisca) y Fiba (viento en muisca). Por último el arco iris que significa que hay esperanza aún en la oscuridad del invierno y que se alcanza a apreciar desde mi apartamento.
Bellísima Martica, me toco las fibras con esa metodología de recoger su vida y situación en particular